Los padres están sometidos a un bombardeo de información desde mucho antes de que sus hijos nazcan. Todos quieren aportar su opinión sobre qué le pasa a su hijo y qué deben hacer. Por supuesto, la salud bucodental no se libra de ello.
Gran parte de esta información es contradictoria y los padres no saben muy bien cómo gestionarla, por eso desde aquí os proponemos varias afirmaciones que escuchamos con frecuencia y que no son del todo ciertas. Lo que queremos es resolver las dudas y desterrar los mitos instalados sobre la salud bucodental en bebés. Empezamos:
- “El primer diente empieza a salir a los seis meses”. Como es normal esto puede variar en cada caso, hay niños en los que la erupción dental empezará a los 4 meses y otros que no tendrán su primer diente hasta después del año. Aun así, si tenéis dudas sobre si todo está bien lo mejor es acudir al odontopediatra.
- “Cuando le empiezan a salir los dientes babean y tienen diarrea”. Esto puede pasar a la vez pero no todo se debe a la salida de los dientes. Normalmente coinciden en el tiempo la erupción dental con la época en la que los bebés utilizan la boca para investigar, con lo que se produce una mayor salivación y de ahí el babeo. La diarrea puede estar ocasionada porque en esta etapa empiezan con la alimentación complementaria y con ella la introducción de nuevos alimentos.
- “Los collares de ambar calman las molestias de la dentición”. No hay evidencia científica de que estos collares tengan propiedades calmantes en los dolores provocados por la dentición. Lo que sí está claro es la peligrosidad de poner este tipo de collares a los bebés, ya que una sola bolita de ambar tragada o introducida por la nariz puede provocar la asfixia.
- “El apiretal aplicado en las encías calma las molestias de la dentición”. Tanto el ibuprofeno como el paracetamol en jarabe no están formulados para absorberse a través de las encías por lo que si los bebés se encuentran mejor es por el masaje y no por el medicamento. De hecho usar el medicamento de manera tópica puede ocasionar ulceraciones.
- “No hay que limpiar la boca si no tienen dientes”. Aunque no tengan dientes hay múltiples factores que favorecen la aparición de distintos microorganismos que debemos eliminar, para ello utilizaremos una gasa o un dedal de silicona.
- “Los dientes de leche no hay que cuidarlos porque están destinados a caerse”. Mantener sanos los dientes de leche es la mejor manera de que el diente definitivo tenga espacio para salir cuando esté preparado. Por no hablar de los beneficios que supone que el niño adquiera buenos hábitos de higiene oral y la normalización de acudir al dentista con regularidad. Esta es la fórmula para conseguir un adulto con los dientes sanos.
- “Los niños de menos de dos años no deben cepillarse con pasta”. La prevención de las caries debe realizarse desde la aparición del primer diente, por lo que hay que utilizar pasta de dientes desde su erupción, eso sí, en una cantidad inferior al tamaño de un grano de arroz.
- “Si no tiene problemas en los dientes no hay que ir al dentista”. Es recomendable llevar al niño entre los 2 y 3 años de edad, para la primera revisión general. Lo mejor es seguir una pauta de revisiones de control cada 6 meses para que los niños tengan confianza con su odontopediatra, logrando así dos objetivos, conseguir solucionar los problemas desde un primer momento y que el niño se sienta cómodo cuando le tengan que realizar algún tratamiento.
Ante cualquier duda referente a la salud bucodental de nuestro bebé debemos acudir a un odontopediatra, ya que es la manera de obtener una respuesta fiable a nuestras dudas. En la Clínica Bugella&Rubio nuestra especialista en odontopediatria, la Dra. Irene Real, es la encargada de resolver las dudas a los padres, orientarlos en todo lo referente a la salud dental de sus hijos y de guiar a los más pequeños para construir hábitos que favorezcan y mantengan su salud bucodental.